¿Discos HDD o SSD? Es una pregunta habitual a la hora de configurar un PC o adquirir un dispositivo de almacenamiento externo. Se trata, además, de un interrogante que contiene varias aristas, puesto que las características de estos tipos de disco se amoldan a determinados usos.

Con ese fin, este artículo muestra en qué consiste cada uno de ellos, analiza sus puntos fuertes y refleja sus desventajas. El precio, la duración, su velocidad o factores como el ruido son algunas de estas cuestiones. Una vez encima de la mesa esta información, decantarse por uno u otro ya no será un quebradero de cabeza.

Discos duros SSD

En primer lugar, nos centraremos en los discos SSD. A grandes rasgos, este tipo de unidades son más modernas que las HDD y más veloces, pero también más caras y con una vida útil más corta.

¿Qué son los discos SSD?

Los discos duros sólidos o SSD (Solid State Drive) almacenan los datos en chips con memorias flash conectadas, una tecnología de almacenamiento que también hace uso de un procesador que se encargará de gestionar su lectura y escritura.

Características de los discos sólidos SSD

El hecho de no tener una naturaleza mecánica como los HDD proporciona a los discos duros SSD algunas ventajas. La primera que destaca es la velocidad. La transferencia de datos de estas unidades suele situarse entre los 200 y más de 500 megas por segundo, frente al lapso habitual entre 50 y 150 megas de los discos duros mecánicos.

Además, son mucho más resistentes a los golpes que los HDD, cuyo funcionamiento depende de cabezales de lectura y escritura. Al no tener partes mecánicas que mover, también consumen menos energía. Sin embargo, y aunque se trata de algo ha ido mejorando con el paso de los años, su vida útil es menor.

Tipos de discos duros SSD

Pueden distinguirse distintos tipos de discos duros SSD, atendiendo a múltiples cuestiones. Una de ellas es la tecnología de almacenamiento que usen, es decir, los bits que puede gestionar cada celda. En este parámetro se encuentran los discos MLC (2 bits por cada célula), TLC (3 bits) y SLC (1 bit).

Por el tipo de conexión a la placa, se pueden encontrar discos SSD SATA, muy habituales y que llevan más tiempo en el mercado, o PCIe que, aunque no san tan conocidos, resultan más modernos y rápidos.

En cuanto a la capacidad, actualmente hay discos SSD que van desde los 128 gigabytes hasta los 4 terabytes, con posibilidades intermedias de 256 o 500 gb y de 1 o 2 teras. En todos estos casos se pueden encontrar discos SSD internos y externos.

Discos duros HDD

Una vez vistos los discos SDD, veremos los HDD. Su tecnología es anterior a las unidades de estado sólido y pueden resultar más lentos, pero también son bastante más económicos y su vida útil suele ser mayor.

¿Qué son los discos HDD?

Un disco duro sólido (Hard Disk Drive) es un dispositivo de almacenamiento que hunde sus raíces en la década de los 50 del siglo pasado. Se trata de una tecnología que utiliza piezas mecánicas y el magnetismo para grabar y leer la información que contienen, mediante uno o más discos rígidos y un cabezal que se encarga de la lectura y la escritura.

Características de los discos mecánicos HDD

Quizá la ventaja más llamativa de estos discos sea su precio, más bajo que los SSD. Además, permite mayor capacidad de almacenamiento, con modelos de hasta 10 TB, y su vida útil resulta mayor, ya que los discos en estado sólido permiten un número limitado de reescrituras.

Sin embargo, el hecho de depender de tecnología mecánica los hace más susceptibles a impactos y generan ruido, aunque sea leve, además de vibraciones. Igualmente, consumen más, pueden verse afectados por el magnetismo y también se pueden fragmentar.

Tipos de discos duros HDD

Puesto que estos discos necesitan que un motor mueva el cabezal, su velocidad dependerá también de la que tenga este. Aunque existen varias posibilidades, lo más común es encontrarse con discos HDD de 5.400 revoluciones por minuto (RPM) o 7.200 RPM.

Como sucede con los SSD, también se pueden distinguir en el mercado discos duros en función de la conexión que utilizan. El antiguo sistema PATA ya no es tan habitual y su sucesor, SATA, es el más común.

En cuanto a su tamaño, pueden encontrarse discos HDD de 2,5 pulgadas, habituales en ordenadores como los portátiles reacondicionados que te ofrecemos, y de 3,5 pulgadas, que se suelen encontrar en configuraciones de escritorio, como nuestros ordenadores reacondicionados.

Principales diferencias entre discos duros hdd y ssd

La principal diferencia entre discos duros hdd y ssd reside en su tecnología, que determina sus ventajas y debilidades. La durabilidad, economía y capacidad de los primeros se enfrenta a la velocidad, resistencia a golpes y menor consumo de los segundos, por lo que, atendiendo a los usos, será más conveniente uno u otro. O, por supuesto, la mejor opción: una combinación de ambos.

¿Cuándo necesitamos un disco SSD o un HDD?

Gracias a la velocidad que ofrecen, los discos SSD son la opción ideal para instalar un sistema operativo. Se trata de una alternativa que puede optimizar de manera considerable el funcionamiento de un PC, incluso si es antiguo. De hecho, es uno de los consejos principales a la hora de limpiar un ordenador lento para que vaya más rápido.

También resultan una elección adecuada si se quiere disfrutar de fluidez a la hora de sumergirse en un videojuego o para trabajar con archivos multimedia, como por ejemplo en la edición de vídeo. Sin embargo, para conservar grandes cantidades de información, como música, fotografías y vídeos, los discos duros HDD resultan una alternativa perfecta.

Por ello, la combinación de ambos en un equipo, con un disco SSD dedicado al sistema y a determinados programas o videojuegos de uso muy habitual y que requieren velocidad, y un HDD que sirva de soporte para almacenar información es una alternativa que permite aprovechar las virtudes de ambos.