¿Ordenador portátil o de sobremesa? ¡Descubre las diferencias!
¿Portátil o sobremesa? Este dilema es un clásico que surge a la hora de adquirir por primera vez un equipo informático o para renovar el existente. Sin embargo, y aunque pueda parecer una duda difícil de solventar, la realidad es que hay razones de peso fácilmente identificables para resolverla.
Con ese fin, en este artículo encontrarás un resumen de las características más relevantes de cada caso, así como sus usos más habituales, ventajas e inconvenientes, con el fin de que aciertes en tu elección.
Principales diferencias entre un ordenador portátil y uno de sobremesa
La principal diferencia entre un ordenador portátil y uno de sobremesa es, evidentemente, que, en el primer caso, hablamos de un dispositivo que se puede transportar y usar en casi cualquier lugar, mientras que en el otro caso resulta imposible esta posibilidad.
Además, existen otras variables, como la potencia, el rendimiento, la durabilidad, el consumo y el precio, que deben ser consideradas según las funciones que se vayan a realizar con el ordenador.
Procesador en portátiles y sobremesa
Los procesadores de una computadora son el elemento más relevante a la hora de realizar las operaciones que se le exigen. Esta afirmación, no obstante, resulta algo genérica, pues dependiendo de las tareas e, incluso, de los programas (software), el pc ‘tirará’ más de procesador o de otros componentes como la GPU o la memoria RAM.
En cualquier caso, que un ordenador esté dotado de un buen procesador es un aspecto que hay que considerar desde el primer momento cuando se adquiere un nuevo equipo, ya sea un ordenador portátil o de sobremesa.
Y, entrando en las diferencias de los procesadores en uno y otro caso, la principal se encuentra en que los portátiles suelen equipar procesadores adaptados a sus necesidades; en concreto, consumen menos energía, ya que se van a nutrir con baterías, y necesitan menos refrigeración, por el gasto energético y las limitaciones espaciales de estos ordenadores. A causa de todas estas cuestiones, suelen ofrecer un rendimiento menor.
Por otro lado, lo más habitual es que estos procesadores vayan soldados a la placa base, por lo que no es posible, o resulta una operación muy compleja, sustituirlos.
En el caso de los ordenadores de sobremesa o, al menos, en la mayoría, no existen estas limitaciones. No hay un problema de tamaño ni de consumo, siempre y cuando se haya realizado una buena configuración del hardware, y el balance entre precio y rendimiento tiende a ser mucho mejor, ya que el fabricante no tiene que prestar atención a los condicionantes que hay en los portátiles.
Tarjeta gráfica en portátil y sobremesa
Resulta un caso muy similar al procesador. De hecho, una tarjeta gráfica también es un elemento informático enfocado a procesar datos, eso sí, dedicado al entorno gráfico. Por ello, son extrapolables las limitaciones anteriormente vistas a este caso.
Sin embargo, y aunque lo habitual es que las tarjetas gráficas vayan soldadas a la placa base en los portátiles, no es extraño encontrar modelos en los que sí se pueden sustituir, siempre y cuando cuenten con un módulo MXM y la nueva GPU cumpla con los requisitos que le exige el equipo.
Consumo de un portátil vs el del ordenador de sobremesa
La primera diferencia en el consumo de un ordenador portátil y de uno de sobremesa viene dada por cómo se nutren de energía; en el primer caso, aunque se puede conectar a la corriente para utilizarlo y cargarlo, va a ser la batería la que alimente al equipo, mientras que un pc de sobremesa se abastecerá directamente del enchufe.
El consumo, pues, resulta una limitación clave, que condiciona por completo la configuración de los equipos portátiles para que sean más eficientes y necesiten un consumo menor a la hora de desempeñar sus tareas.
¿Y qué hay del precio?
Como es lógico, todos los condicionantes que conlleva concebir un ordenador portátil -especialmente, tamaño y consumo- hacen que sus componentes sean más caros que en una computadora de sobremesa. Es decir, que por un precio igual o más bajo se pueden encontrar configuraciones más potentes en el segundo caso.
Conclusión a la hora de escoger entre ordenador portátil o sobremesa
Si te estás planteando qué es mejor, un portátil o un sobremesa, deberías cambiar el enfoque: un equipo será mejor o peor en función de cómo se adapte a las necesidades que deba cumplir.
Es cierto que los ordenadores portátiles ofrecen una relación precio-rendimiento menor, pero si no se van a utilizar en una sola ubicación y, por ello, es necesario contar con un equipo que se pueda transportar, estas máquinas son una opción perfecta.
Además, en la actualidad existen portátiles muy potentes, totalmente aptos para tareas exigentes como el procesamiento de vídeo, la animación o el gaming; eso sí, con un precio alto, en líneas generales.
Por el contrario, si el ordenador va a estar siempre en la misma ubicación, uno de sobremesa ofrece muchas más ventajas, aunque haya que adquirir otros elementos como el monitor, el ratón y el teclado que, en el caso de los portátiles, van integrados. Además, son ordenadores más robustos y resultará mucho más sencillo sustituir partes como el procesador o la gráfica.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, desde hace unos años, viene siendo cada vez más habitual en algunos ordenadores de sobremesa que sus componentes, o buena parte de ellos, vayan soldados en la placa base, por lo que también será muy difícil o imposible sustituirlos. Por ello, es muy recomendable fijarse en este aspecto a la hora de adquirir un nuevo equipo.
Si estás pensando en comprar un nuevo equipo, ya sea un portátil o uno de sobremesa, una opción muy recomendable es decantarse por una computadora reacondicionada. En nuestra web podrás encontrar portátiles reacondicionados y ordenadores reacondicionados con garantía y al mejor precio.